Las redes sociales y el email marketing son dos herramientas muy poderosas para difundir los contenidos de tu blog y lograr que lleguen a cada vez más personas. Pero no basta con enviar información de forma desordenada, sin una estrategia clara que te permita medir resultados y saber cómo optimizar tu trabajo.
Piénsalo por un momento, las redes sociales tienen un alcance prácticamente infinito, con una visibilidad que se extiende más allá de las fronteras del país en el que te encuentras, por lo que son ideales para generar valor de marca. Por su parte, el email marketing es perfecto para fidelizar usuarios y conseguir conversiones. Usando ambas cosas puedes, primero, lanzar una gran red sobre un océano de potenciales lectores y, después, filtrar aquellos que te interesan y para establecer con ellos una relación más cercana y duradera.
Ahora bien, en el caso de las redes sociales, lo importante es adaptar el contenido, utilizando los recursos necesarios para segmentar tu audiencia y posicionarte como autoridad en el tema que quieres desarrollar. Recuerda que sus propias características hacen que sea poco efectivo repetir, exactamente, el mismo contenido en Facebook, Twitter o Instagram (número de caracteres, etiquetas, soporte de video, horas de mayor interacción), pero la idea del mensaje principal siempre se puede adaptar a cada una.
En tus redes sociales, puedes incluir enlaces que lleven a tus seguidores hasta el formulario de suscripción a tu newsletter… y en tu newsletter puedes informar a tu lista de contactos sobre concursos o campañas especiales que estés desarrollando a través de tus redes sociales, incluso puedes añadir botones para invitarlos a compartir el contenido de tus correos electrónicos en sus propias redes sociales; aumentando tus posibilidades de ganar seguidores.
Por otra parte, no solo de textos vive el mailing. Los correos electrónicos son perfectos para incluir las infografías, videos o webinars que muy probablemente no podrías publicar en toooodas tus redes sociales. Esto, además, aumenta las posibilidades de clicks y te ayudará a identificar el tipo de contenido que más le gusta a tu audiencia, dándote la oportunidad de concentrar tus esfuerzos en el material que te reporte mejores resultados.
Para eso existen programas para enviar mails masivos que son realmente excepcionales, con funciones súper fáciles de usar y ventajas competitivas que ahorran tiempo y dinero; por lo no hay excusas para dar un paso adelante. Combina de forma estratégica ambas herramientas y entenderás la diferencia entre lanzar semillas a lo loco desde el aire y cultivar cuidadosamente sobre una tierra abonada. En la cosecha, está la diferencia.